El dinamismo de lo que ya pasó de ser una moda, para convertirse en la realidad a la que se enfrentan infinidad de organizaciones a nivel mundial, sobre todo aquellas “no nativas digitales”, incluye un interesante set de cambios en la agenda del CIO.
Y es que la propia ruta de la Transformación Digital, en su transitar desde la teoría a la práctica, está dejando entrever nuevas realidades. Si bien la decisión de asumir el cambio está en manos de la dirección, de los estrategas que por lo general están velando por la permanencia y trascendencia de las organizaciones, y eso se confirma, lo que está sucediendo en la práctica es que una vez en la ruta, recae sobre el CIO una responsabilidad capital que pasa por brincar las fronteras de su propia estructura de TI.
Hasta ahora TI ha sido como un territorio apache, habitado por quienes manejan lenguajes y códigos específicos. Literal. Y tradicionalmente, desde allí, han respondido a las demandas de las organizaciones proveyendo soluciones, automatizando procesos y/o digitalizando, en el mejor de los casos. Ahora, lo que están experimentando cientos de organizaciones es que existen importantes brechas y que la digitalización es un estadio aún lejano, siendo ésta la clave crítica que garantiza la vía expedita hacia la verdadera Transformación Digital.
Para cualquier organización, situarse en un plano que le permita ofrecer una nueva generación de servicios para un consumidor que se desenvuelve y hace vida en los canales digitales, que exige personalización e interactividad 24×7, supone unos retos de magnitud considerable para el CIO en un rol distinto y distante al tradicional. Es por eso que frente al tablero de la Transformación Digital su involucramiento con el negocio y todas sus facetas es, más que necesario, garantía de éxito.
Recientes estudios de Gartner y ahora lo confirma Altimeter, respaldan estas afirmaciones confirmando no solo la evolución en el rol del CIO frente a un tema que aplica para todas y cada una de las áreas de la organización sino la participación y trabajo en equipo con áreas como Mercadeo y Servicios para garantizar que la ruta trazada produzca los resultados esperados.
Así que el CIO está frente a un momento estelar que replantea si la letra del medio va más por Innovación que solo por Información.
Se buscan entonces CIO´s capaces de entender e interpretar lo mejor de la tecnología al servicio del negocio para poder ejecutar los cambios necesarios que este requiere para navegar la nueva ruta. Alinear la tecnología en pro de una nueva generación de servicios que a su vez garanticen éxito a la organización es el nombre del juego.
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Mariam Larrazábal G.