Mucho se ha hablado de que para poder transformarse, una empresa debe contar con tecnología de punta para adaptarse al cúmulo de necesidades que exige el nuevo consumidor digital.
No obstante, a pesar de que este argumento no está alejado de la realidad, añadimos otra arista, pues quien verdaderamente tiene el protagonismo en este proceso es el consumidor.
¿Quieres saber por qué? A continuación te presentamos las dos principales razones.
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Costo- eficiencia
Una de las mayores preocupaciones que puede generar cierto rechazo al momento de decidir emprender un proceso de Transformación Digital es el presupuesto que la empresa debe invertir para ello.
Es aquí en donde cobra importancia la estructuración de una estrategia que permita establecer cuál es el valor que dicha empresa quiera aportar a la vida de su cliente.
Como mencionamos al principio, la obtención de recursos tecnológicos y humanos es necesaria para volver esto una realidad, ¿cierto? Sin embargo, para que este proceso sea rentable, naturalmente, los expertos en el área digital y demás directivos de la compañía deberán saber primero en qué quieren invertir, para luego poder precisar cuánto será el monto que desean destinar para ello.
Por ejemplo, una compañía de moda determina que sus clientes no desean dirigirse a tiendas físicas para probarse y adquirir sus productos, sino que desean poder hacerlo desde cualquier momento y lugar.
Gracias a esta información, la empresa tiene la posibilidad de decidir que la mejor opción sería el lanzamiento de una aplicación que le permita al cliente probarse prendas de vestir a través del uso de realidad virtual, proyecto que finalmente permitirá precisar cuáles son los esfuerzos financieros propios de la estrategia y objetivos.
No obstante, se debe tomar en cuenta que para determinar este nuevo grupo de necesidades del consumidor digital, las tecnologías vértices de la Transformación Digital pueden ser grandes aliadas. Por lo que es de suma importancia que la nueva dirección que desee tomar la empresa esté estrechamente consensuada con todas las partes que la incorporan.
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Ventaja competitiva
Una marca debe diferenciarse siempre de la competencia, y gracias a la innovación este plus puede cobrar vida. Pero como mencionamos en el punto anterior, no hay innovación, si el foco no se encuentra en el cliente, así como tampoco hay ventaja competitiva.
Por ello, la directiva empresarial debe preguntarse qué es lo que realmente se quiere y qué es lo que la empresa necesita para lograr ese objetivo de manera eficiente y posicionarse como el primero en su sector.
Una vez establecidos dichos puntos, se podrá comenzar a tomar decisiones concretas sobre cuál es la ruta a seguir para poder dar inicio a la Transformación Digital.
Ruta que debe contemplar desde el análisis del contexto pasando por obtención y renovación de recursos tecnológicos, evaluación y reestructuración de la cultura organizacional, hasta la elección de las plataformas comunicacionales más eficientes y eficaces.
Si tu empresa ya tiene su ruta definida, contar con el apoyo de un habilitador tecnológico te ayudará alcanzar tus objetivos, así que no dudes en escribirnos para conocer cómo podemos ayudarte.