Las cadenas de retail o comercio minorista están conformadas por un entramado que, por un lado, compra productos al mayor, y por el otro lo pone a disposición del consumidor final; modelo que históricamente maneja diversidad de procesos logísticos de compra, almacenamiento, distribución y comercialización.
Para el retail la pandemia aceleró la adopción de prácticas como la venta en línea y el despacho o delivery, definido como un canal adicional al presencial en tienda y que también se apoya en tecnología.
Esta nueva realidad y la férrea competencia con actores tradicionales y nuevos, en un mercado contraído como lo es Venezuela en los actuales momentos, exige garantizar la continuidad del negocio y ser lo más eficientes posibles.
El primer paso ha de ser la mejora de la gestión de servicios tecnológicos, su soporte y la ampliación de la conectividad de la red de establecimientos industriales y comerciales, a fin de atender adecuada y oportunamente las demandas de servicios de TI.
En lo presencial y en lo virtual
Y así como es una necesidad el modernizar las plataformas de caja y facturación, para entregar una grata experiencia de compra presencial al reducir los tiempos de espera en las cajas para pagar, así como minimizar los riesgos de no poder dar respuestas oportunas a los clientes; lo es también que funcionen de forma óptima los aplicativos, botones de pago y toda la plataforma que soporta las compras en línea.
La tendencia hacia la omnicanalidad hace necesario fortalecer las capacidades de procesamiento, seguridad y flexibilidad de la plataforma tecnológica, con lo cual es posible incrementar la lealtad de los clientes al entregar una misma calidad de servicio, independientemente del canal utilizado en el proceso de compra.
¿Qué gana cada quien?
Y en esa línea, al integrar el e-commerce al sistema de inventarios y logística, ocurre una mejora en la experiencia de compra en línea de los clientes, al contar con información en tiempo real sobre la disponibilidad de los productos.
Y para la cadena de retail se posibilita el optimizar los costos asociados a la rotación de inventarios y a la distribución de mercancía, es decir, alcanzar la costo-eficiencia y contar con información para la toma de decisiones gerenciales y operativas.
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Jorge Espinoza
jlespinoza2@gmail.com