Lo primero que debemos considerar a la hora de entender la relación e impacto que tiene la tecnología sobre los negocios es que en el actual entorno, altamente competitivo y cambiante, las empresas exitosas son aquellas que han desarrollado mejores habilidades para:
- responder con rapidez, porque han avanzado en la digitalización de sus procesos, haciéndolos ágiles y expeditos, por ejemplo vender, facturar, registrar y atender a un cliente, distribuir y reponer mercancía, etc.,
- conocer y tener a la mano la información del negocio, cuánto venden, dónde venden más, qué productos o servicios rotan mejor, etc.,
- aprovechar y no perderse en un mar de datos de sus clientes o administrativos, o de cualquier índole,
- administrar distintos canales de servicio y atención interconectados entre sí, rrss, e-mail, e-commerce, tienda física, etc.
Y es que los procesos sobre los que se sustenta cualquier negocio pequeño, mediano o grande requieren de una base o plataforma tecnológica que les permita operar eficientemente, para:
- evitar el retrabajo o la pérdida de tiempo en tareas manuales, actividades que no agregan valor,
- las demoras para responder a una solicitud o requerimiento, que tanto irritan a los clientes o
- cualquier señal de ineficiencia, retraso o inconsistencia que afecta el desempeño, el éxito de la empresa, y por supuesto su imagen.
¿Puede entonces un negocio prosperar sin considerar a la tecnología como aliado?
La respuesta contundente es no, sobre todo si se plantea operar en un entorno digital como el de hoy, en el que clientes y usuarios demandan interacciones en tiempo real, facilidad y comodidad para acceder a la información a través de los dispositivos móviles y una oferta personalizada porque todos quieren ser reconocidos como “uno”.
El punto de partida: la digitalización de los procesos
Aunque usted no lo crea hay empresas que aún operan con algunos procesos manuales y además dicen que les va bien. Lo que no se advierte es que operar de esa manera es como avanzar con el freno pegado, impidiendo el crecimiento en un entorno cada vez más digitalizado en el que los tiempos de respuesta marcan la diferencia entre estar o no en el anaquel, reponer una mercancía a tiempo, concretar una venta, despachar un pedido, atender a un cliente…
¿Y cómo avanzar en la ruta de la digitalización?
Lo primero es definir muy bien los procesos y seleccionar el software que mejor se adecúe al negocio. En este punto, los expertos coinciden en el asesoramiento por parte de especialistas como una estrategia infalible, antes de deslumbrarse o seleccionar una opción que no sabemos si es la ideal para el negocio.
¿Cómo hago si la tecnología es cara e inaccesible?
Aquí nos topamos con un gran mito “de que la tecnología es costosa” que a diario pierde fuerza. Todo dependerá del cristal con que se mire y si se considera a la tecnología como un gasto o una inversión. Hay incluso quienes la ven como un mal necesario y ése es precisamente un paradigma a derribar, sobre todo en un entorno interconectado en el que clientes, proveedores, aliados, canales, distribuidores, etc, interactúan a través de una o varias aplicaciones de negocio.
Hoy, la diversidad de la oferta ha presionado cada vez más a los fabricantes a brindar esquemas de pago por uso, que permiten la implementación de soluciones adaptadas al tamaño de cada negocio. Esas son algunas de las ventajas al contratar servicios de tecnología, además del soporte y la garantía de funcionamiento implícita en el servicio.
En la próxima entrega nos pasearemos por aspectos que también son esenciales en esta caja de herramientas para hacer de la tecnología una ventaja competitiva, como la Seguridad de los Datos, las bondades que ofrece la Nube y la importancia del respaldo de los datos para los negocios.
Mariam Larrazábal G