Existe una gran confusión en cuanto a cuál es el papel de la tecnología dentro del proceso de transformación digital. Y es que, si bien es cierto que la tecnología es esencial dentro de este cambio empresarial, no es el objetivo.
En pocas palabras, la incorporación de recursos tecnológicos debe responder a una estrategia organizacional.
De un mundo lineal a uno exponencial
El mundo ya no es como antes. Lo que hace un par de años funcionaba, ahora no. Y las estrategias de hoy, dentro de unos meses cambiarán.
Y es que el conocimiento se está multiplicando a una velocidad que reta a las empresas a dar respuestas exponenciales para asegurar su permanencia en el mercado.
Es por ello que la tecnología no debe ser vista como un tema estrictamente de tecnólogos, sino también de estrategas. Y esto se debe al gran impacto que ha tenido la masificación tecnológica en las sociedades del mundo.
Cada día, una marea de usuarios arrasa con los recursos tecnológicos y los espacios digitales disponibles en el mercado.
Para atender la creciente demanda de los usuarios y dar respuestas exponenciales que atiendan la necesidad de inmediatez, disponibilidad e hiperpersonalización, las organizaciones deben centrar su atención a los siguientes puntos:
TI, el nuevo estratega
Dada las condiciones con las que deben operar las empresas en esta era digital, los colaboradores del área de TI deben concentrar sus esfuerzos primordialmente en las estrategias y delegar aquellas actividades rutinarias del departamento.
Razón por la que la tercerización de los recursos tecnológicos debe ser un hecho para las empresas que quieran comenzar a transformarse y permanecer en el mercado.
Habilitación Tecnológica
Esto supone que para crecer en un mundo como el de hoy se requiere de la conformación de ecosistemas de aliados que permitan el desarrollo de esa meta.
En este caso, tener entre el equipo de aliados un habilitador tecnológico significa contar con el soporte de toda una plataforma tecnológica capaz de proveer servicios con estándares mundiales como la nube y todas las herramientas que se desarrollan en la misma.
Además de permitir al colaborador de TI aquello que mencionamos anteriormente: ser el nuevo estratega.