El fin de la era de las empresas que operan de lunes a viernes
Un estudio aplicado a 300 empresas que operan en sectores tradicionales y otro tanto nativas digitales, desarrollado por varias firmas globales de consultoría, revela que la Continuidad Operativa es el principal reto de las organizaciones para competir en un mercado dinámico, cambiante y de altas exigencias como el actual.
Y es que la inmediatez que caracteriza hoy las interacciones entre las empresas y sus clientes, es condición esencial para operar en el mercado actual. Si algo ha traído Internet consigo, es una presión cada vez mayor sobre un mercado que debe operar “on line”, 24×7, en el que transacciones bancarias, compras, ventas, atención o consultas en línea, pueden producirse en cualquier momento, desde cualquier dispositivo.
Indudablemente, un mundo cuyas relaciones comerciales y de negocio se dan así, supone para el sector empresarial la inminente transformación de sus modelos de negocio, para pasar de operaciones programadas o de lunes a viernes a organizaciones en línea, con altos niveles de automatización de sus procesos medulares y una adopción progresiva de las nuevas tecnologías digitales para rediseñar la manera de interactuar con sus stakeholders.
La Continuidad de las operaciones primero
Es así como para cualquier empresa, la Continuidad de sus operaciones, se convierte en una necesidad crucial, cuyo costo ante una interrupción por causas internas o externas, es tan elevado, que en algunos casos puede significar hasta su desaparición del mercado. La mayoría de los encuestados apunta:
- +70% se apoyan en expertos y en infraestructuras de terceros
- 52% mantienes esquemas híbridos
- 27% comienza a entender que la Continuidad pasa por un apoyo especializado externo
La transformación de los modelos de negocio, acentuada por la pandemia, ha acelerado sin duda la conciencia de contar con planes y estrategias para garantizar la continuidad operativa. La promesa de los canales digitales como extensión de los negocios, y de la atención 24×7 para alinearse a un entorno tan competido como el actual, está soportada en una capacidad de respuesta tecnológica robusta y segura, para evitar interrupciones o paradas sorpresivas.
Es mucho lo que está en juego y por eso las empresas dedican gran atención a garantizar los más altos estándares de disponibilidad y seguridad para sus datos y los de sus clientes.
La Nube, cuyo modelo está soportado en plataformas de data center robustas y redundantes, además de las múltiples ventajas intrínsecas para habilitar nuevas capacidades y servicios bajo demanda, es la principal elección de aquellos negocios centrados en el éxito de sus productos y servicios, que prefieren delegar la infraestructura y plataformas operativas de TI a los especialistas.
Una ruta confiable
La Continuidad de las operaciones, aspecto de múltiples aristas, supone entonces una extrema atención sobre aspectos críticos como contar con Planes de Contingencia y recuperación, ante cualquier eventualidad -interna o de carácter externo- que surja como amenaza a la estabilidad del negocio.
Es por esto que un control exhaustivo de las plataformas operativas, modelado bajo premisas de redundancia, disponibilidad y seguridad de los activos de información, son aspectos de alta prioridad hoy en la agenda estratégica de los negocios.
Los resultados de la encuesta arrojan que los temas más críticos en la ruta de las empresas son:
1. Plan de Recuperación, Disaster Recovery DRS
2. Políticas de Seguridad
3. Estrategias y Políticas de Respaldo de los datos
4. Plataformas redundantes
5. Contar con asesoría especializada
Definitivamente, el tema de la Continuidad de las operaciones ocupa un lugar privilegiado en la agenda del C-Level y merece especial atención por el impacto que supone la interrupción de los servicios no solo para las empresas, en términos financieros, sino desde la perspectiva de los clientes, ya que tiene implicaciones que impactan sobre la reputación y preferencia sobre las marcas y los productos y servicios que ofrecen a un mercado cada vez más exigente y demandante.
Mariam Larrazábal G.