Tres recursos tecnológicos que revolucionarán la medicina en los próximos años

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Como en una película de ciencia ficción, la medicina ha ido evolucionando de tal forma que no es necesario que un paciente esté en el consultorio para ser tratado, simplemente con el uso de la telemedicina un especialista puede realizar un chequeo médico riguroso a distancia; así como también lo permite la realidad virtual que con manipular una imagen puede combatir enfermedades como la obesidad.

Se estima que en 2020 habrá 50.000 millones de dispositivos conectados
en el mundo, y el volumen de datos generados en el sector sanitario crecerá anualmente 48%. (Estudio: Termómetro sobre la madurez digital en el sector salud, EY)

Diversos son los estudios que apuestan más por la Transformación Digital en el sector salud y es que el consumidor así lo demanda. No es factible dentro de una nueva estrategia de negocios seguir utilizando recursos desactualizados cuando en el entorno exige reinvención.

Por lo tanto, para llevar a cabo un proyecto de innovación en el sector salud es necesario la utilización de algunos de los pilares más importantes de la Transformación Digital:

Big Data

La variedad de plataformas digitales a las que cualquier persona pueda tener acceso, como es el caso de las apps de salud, permiten una gran producción de datos que, procesados con softwares especializados, contribuyen en la detección de tendencias, patrones de comportamiento e indicadores, que finalmente habilitan al especialista médico a predecir anomalías, reacciones o enfermedades del paciente al que esté tratando.

Inteligencia Artificial

Aprender y analizar grandes cantidades de información es la especialidad de este pilar. Y es que la Inteligencia Artificial tiene el poder de generar un gran impacto cuando de programación y logística se trata. La aplicación de sistemas inteligentes en clínicas y hospitales ayuda a los especialistas en la detección de patrones ocultos, en la identificación de pacientes adecuados para un determinado ensayo clínico y en la agilización de procesos logísticos dentro del lugar, entre otros.

“La inteligencia artificial no va a sustituir a los médicos. Es un aliado”.- Juan José Cerrolaza, investigador del Laboratorio BioMedIA del Imperial College de Londres.

En el Laboratorio BioMedIA en Londres, Inglaterra un grupo de reconocidas instituciones médicas están llevando a cabo un proyecto denominado iFIND, el cual pretende mejorar y precisar la información que se obtiene sobre el estado del feto de una mujer en gestación. ¿Cómo? A través del ecosonograma, el nuevo programa está capacitado para detectar las diferentes partes del cuerpo del bebé, para que, de esta manera, a lo largo del desarrollo del mismo se pueda estar al tanto de las malformaciones que pueda o no presentar el embrión.

 

Internet de las Cosas

Los dispositivos conectados a la Internet de las cosas como los relojes inteligentes y los rastreadores de actividad física permiten a los proveedores de atención realizar un mejor monitoreo de sus pacientes para conocer a detalle el estado del mismo en tiempo real. De igual manera, esta herramienta brinda precisión e inmediatez sobre el diagnóstico y optimiza la gestión de servicio en el centro hospitalario.

Un ejemplo de esto se encuentra en la Clínica Mayo (Florida, Estados Unidos), en la cual los especialistas de la salud utilizan rastreadores de aptitud para medir de forma remota los niveles de actividad de los pacientes cardíacos, lo que propicia una recuperación más rápida de la cirugía.

Finalmente, es importante acotar que para sustentar este tipo operaciones es necesario el respaldo de una plataforma de almacenamiento capaz de proporcionar agilidad, continuidad y garantía en los procesos, y para ello se encuentra la nube, cuyo mercado, estima la revista Dinero, se posicionará por encima de los US$12.000 millones a nivel global para el 2020.

Y es que la transformación no intenta sustituir al personal de una determinada área de servicio, sino ser un aliado que le permitirá optimizar su trabajo, elevar sus niveles de eficiencia y atender a las nuevas necesidades que demanda, en este caso, el paciente.