Definitivamente, interpretar las distintas señales de un mercado cambiante y dinámico no es tarea fácil. Sin embargo, desde la perspectiva empresarial, estamos frente a un panorama más claro, con unas nuevas reglas de juego que exigen determinadas competencias organizacionales, sin las cuales ser exitosos luce esquivo.
Lo primero que hay que reconocer es que estamos en presencia de una nueva realidad y esto, que parece simple, aún no es así para cientos de empresas que están buscando sobrevivir desesperadamente, tomando decisiones que lejos de garantizar su permanencia amenazan el legado construido tras décadas y años.
El asunto es que competir en la actualidad no es tan simple como reducir las plantillas o la producción, cerrar plantas, apagar pisos o comprar menos materia prima, para ajustarla a la nueva demanda. En realidad, el tema es mucho más profundo y amerita un gran ejercicio de visión empresarial, asunto que a menudo suele ser relegado por falta de tiempo. Y resulta que lo que está en juego es precisamente el tiempo y cómo garantizarlo hacia adelante.
En este contexto, hay claras señales que interpretar para acertar frente a un consumidor más exigente, que busca inmediatez y personalización -salirse del rebaño-, o responder ante un nuevo competidor que nos madrugó con una propuesta más atrevida.
Hoy existe una receta que han aplicado las empresas a las que les está yendo bien, independientemente del tamaño o características de su éxito.
Rediseñar el negocio
El nuevo entorno supone la urgencia de examinar a fondo la propuesta de valor que definimos en el pasado y que ya es insuficiente para un presente distinto. Comprender la evolución del segmento en que operamos, validar la proposición de valor de la empresa y eso que durante años nos ha diferenciado, por lo que los consumidores nos han dado su preferencia, es el punto de partida para la necesaria reinvención. Las características del producto o servicio, la producción, la distribución, la venta, la comunicación, son aspectos a revisar y seguramente a rediseñar frente a un entorno distinto. Y el tema no es tan superficial como tener una app o vender a través de Instagram.
Por el contrario, por ejemplo, una empresa líder en fabricación de ascensores incorporó IA en sus unidades para ofrecer nuevos estándares de control y seguridad, eficacia y métricas de uso. Eso hoy los hace más atractivos frente a sus competidores.
Hacia dónde va el mundo y lo digital
Aquí las empresas nativas digitales llevan una clara ventaja y es que el hecho digital en sí mismo, marca un ritmo que ya no se puede desestimar. Este es un tema profundo que va más allá de la madurez digital de la empresa. No es una moda, es una realidad y definitivamente es un aspecto principalísimo a considerar, que pasa por evaluar lo que hasta ahora hacemos y lo próximo que debemos hacer. Una sociedad cada vez más sumergida en el uso masivo de las nuevas tecnologías digitales plantea el reto capital a cada empresa de cómo verse en esa foto. Es decir, cómo esa realidad, cuya velocidad aumenta de manera vertiginosa, impacta en el producto que fabricamos o en el servicio que ofrecemos y que obliga a las empresas al rediseño de procesos, a la simplificación y reducción de tiempos de respuesta, a la facilidad para atender clientes u operar con proveedores y aliados.
La omnicanalidad, la versatilidad de las formas de pago, la autogestión, el acceso expedito a los productos y servicios, son solo algunos signos de estos tiempos que ya se han convertido en un must de cualquier propuesta de valor.
Acceso 24×7 al recurso tecnológico: la Nube
Sin duda, las empresas deben entender que la tecnología es un cómo y no un qué. Y en ese cómo rediseñar un proceso, acelerar los tiempos internos de respuesta, conocer mejor al cliente, no solo en lo que somos exitosos sino en lo que no lo somos, liberar un nuevo servicio en tiempo récord, entre otros tantos retos diarios, la diferencia está en el uso inteligente de la tecnología y cómo hacemos que juegue para nosotros. Más allá, en procurarse un acceso oportuno y expedito a los recursos de Ti y Telecom necesarios, de manera costo eficiente de cara al negocio y con acompañamiento experto, es decir, incorporando la Nube en la estrategia del negocio, desde la perspectiva correcta.
En este punto, el acompañamiento experto es una gran palanca para operar en ambientes cambiantes, inestables y ese es uno de los principales valores de la tecnología consumida como un servicio, aaS. Y es que acceder a los mismos recursos de siempre bajo modelos de servicio, ajustables a las necesidades y tamaño del negocio, será sin duda la mejor opción.
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Mariam Larrazábal G.
mlago@daycohost.com